Cuando el magistrado ponente Enrique Arnaldo contestó que todas las respuestas a los progresistas estaban en el auto, la magistrada María Luisa Balaguer no pudo más y elevó su voz con este aldabonazo.
“¡Qué puto auto, si no está escrito!”
“¡Qué puto auto, si no está escrito!”
“¡Qué puto auto, si no está escrito!”
Cuando el magistrado ponente Enrique Arnaldo contestó que todas las respuestas a los progresistas estaban en el auto, la magistrada María Luisa Balaguer no pudo más y elevó su voz con este aldabonazo.