“Saca el pendrive con lo de Luis Bárcenas y machácalos a todos”
Operación Kitchen: entrevista con José Manuel Villarejo (2da parte)
ALBERT SÁEZ - ERNESTO EKAIZER
“El nombre Kitchen-Cocina se lo puse yo porque se trataba de ir a buscar a la trastienda documentos comprometedores. Se incursionó en un local, un pequeño trastero que Rosalía, la esposa de Luis Bárcenas, usaba para restaurar muebles, y se obtuvo material”, recuerda José Manuel Villarejo. La segunda parte de entrevista con José Manuel Villarejo (realizada el jueves pasado día 30 de marzo en Barcelona) que ofrecemos hoy a nuestros lectores, tras abordar ayer lunes la Οperación Cataluña, describe lo que fue la aventura policial -no parapolicial- diseñada para robar material comprometedor en poder de Bárcenas que podía salpicar a Mariano Rajoy, quien le nombró tesorero del PP y mantuvo con él y su esposa Rosalía Iglesias un estrecha relación. “Rajoy tenía pánico, estaban convencidos de que había pruebas. Se lo dije al Gordo, al comisario Enrique García Castaño, cuando le destituyeron: “Saca el pendrive con lo de Luis Bárcenas y machácalos a todos”.
EL PERIODICO: ¿Quién le pone este nombre a la acción policial?
José Manuel Villarejo: Probablemente fui yo. Se trataba de encontrar lo que había en la trastienda, en la cocina. Bárcenas era para mí el cocinero de la economía del Partido Popular. A todas las fuentes les puse K1, K2, K3, por Kitchen, y así hasta siete. Me vuelven a llamar después de la Operación Cataluña, cuando ya estaba en marcha. Y había fallado y, como siempre, `bueno esto Villarejo lo arregla´. Decían que tenía capacidad de empatía con las fuentes para convencerlas. Y así lo hago. Y como en Cataluña, también llegado cierto momento, me apartan. Y cuando hacen la incursión esa.
-En el taller de restauración de Rosalía, esposa de Bárcenas, vamos un trastero en la madrileña calle del general Díaz Porlier.
-Sí, era un paripé, lo utilizaban para restaurar cuadros y justificar ingresos.
-¿Qué tenían allí?
-A mí lo que me dicen es que además de cosas que afectaban al PP había material que afectaba al rey [Juan Carlos I], a la Corona. Porque tenían los mismos testaferros en Suiza.
-Con Bárcenas, no.
-Pero como Bárcenas trabajó con Francisco Correa [Gürtel]. Arturo Fasana era el hombre.
-Con Correa sí.
-Y con [Ramón] Blanco Balín, que tenía mucha relación con Bárcenas. He hablado en alguna ocasión con Blanco Balín sobre ese riesgo que había con Bárcenas.
-Y las teóricas grabaciones que habría hecho Bárcenas en la sexta planta del edificio del PP en la calle Génova con Mariano Rajoy, ¿eran el objetivo de Kitchen y otra que habría hecho en Sevilla con Javier Arenas en el restaurante Oriza de Sevilla?
-Yo creo que sí. Estaban convencidos y de ahí el pánico que tenía el presidente Rajoy. Yo tenía mis teléfonos prepago, que me facilitaban los contactos en esta operación [Kitchen], que los cambiaban cada quince días, tenía memorizado el teléfono personal de Rajoy. El nunca hablo conmigo, pero sí me mandaba mensajes. “¿Eso es cierto?”, O “eso no es verdad”, y yo le contestaba “sí”, “no”, y tal. Y cuando yo fui a declarar a la comisión de investigación del Congreso el juez [García-Castellón] advirtió -no quiero decir que me amenazó- a mi abogado “cuidado con lo que va a decir Villarejo, lo vuelvo a meter en la cárcel, que todavía le queda medio año para el máximo de cuatro de preventiva´. Se cabreó y me llamó a declarar inmediatamente y enseguida cambió de opinión y aplazó la citación. Y más tarde, cuando fui a declarar y le dí el teléfono privadamente, porque no quería hacerlo consta, me dijo que `bueno, hay mucha gente que tenía el teléfono personal de Rajoy, que eso no era significativo´.
-El DAO Eugenio Pino le dice a Enrique García Castaño, después de su `entrada´ en el local de Díaz Porlier, que temía que usted tuviera un pendrive con lo obtenido. Y dice: “El que tenga esto manda mucho”. Se refería al material presuntamente recuperado.
-Es cierto. Cuando al final se decide entrar para llevarse esto, y en un momento que hablo a solas con Enrique García Castaño -por cierto, el pobre no se ha recuperado de su ictus- pues le digo `oye Gordo, no seas mamón y quédate con una copia y dame a mí otra por si acaso´. El malvado, traicionero, le dice a Pino y a Paco Martínez `oye Villarejo me ha pedido una copia´. Me llama Pino: `¿tú le has pedido una copia al Gordo?´, yo le contesto que no, y se lo digo al Gordo que como me has hecho esta putada.
-Seguimos en el umbral de la historia, ¿qué se obtiene de la operación Kitchen?
-De verdad, yo no tuve acceso a los resultados. Cuando se irrumpe en Díaz Porlier yo estaba fuera. Y cuando llega el mes de septiembre, Sergio Ríos [el chófer de Bárcenas, que Villarejo ha logrado captar para la operación y ponerle en nómina de la Policía] me cuenta cómo ha ido todo y al Gordo lo destituyen, en febrero de 2017, como jefe de la Unidad Central de Apoyo Operativo (UCAO), le llamo y le digo: `Oye ¿no tienes el tema de Kitchen, lo de Bárcenas? Sácalo y machácalos a todos”.
-Pero, ¿qué hay, o hubo, en ese pendrive?
-No lo sé, pero sí creo que hay. Porque en un momento de debilidad emocional Enrique me lo confiesa, me dice que sí.
-Quería preguntarle por algo que me ocurrió a mí en esa esa etapa, mayo de 2015. Salgo de una entrevista que me había concedido Bárcenas para reflejar en mi libro Queríamos tanto a Luis y mientras estoy en la calle esperando cruzar y envío un mensaje un motorista enorme viene en una moto de gran cilindrada a gran velocidad.
-Y le quita el móvil. Es el CNI. Lo suele hacer. No tenga duda.
-Y llamo por teléfono a García Castaño
-Y usted le dice tú me has quitado.
-No. Le cuento lo que ha pasado y me manda un policía a casa. Y nunca más se supo qué pasó con mi teléfono.
-Él seguro lo sabía. Pero esa técnica era típica. Ahora existe el programa esnifador. Se le coloca un teléfono al lado y le saca todo sin necesidad de ese traumatismo. Si fuera el Gordo, ve el modelo y le hace el cambiazo. Lo chupa todo y se lo vuelve a cambiar.
-Hay un mantra y la prensa cuando habla de Kitchen se refiere a una operación parapolicial cuando es una operación oficial.
-Para-que ¿no? Pero para-que. Y ojo, donde también estaba el CNI. Porque el CNI en muchas de las fotos que se sacaban aparecen motos y en un momento hubo una colisión de vehículos. Estaban los[agentes] del Gordo [UCAO], los de Asuntos Internos, los del CNI, alguno de la Guardia Civil, hasta de los pueblos habían ido allí a la calle Príncipe de Vergara, a la casa de Bárcenas.
-Y luego están los internos de la cárcel que colaboran para controlar a Bárcenas, por ejemplo, uno con conocimientos informáticos.
-Hay un tipo que obtiene muchos permisos, colombiano, compañero de módulo de Bárcenas y este le pide que entre en su nube. Y le pide creo que son 2.000 euros para comprar un ordenador. Y a la salida este interno nos informa a nosotros.
-Pero finalmente se lo detiene fuera y lo envían a la cárcel.
-Sí, lo detienen en una comisaría. Yo lo hablo con Paco Martínez, el secretario de Estado de Seguridad. Lo meten p’adelante [prisión] con lo cual estropean lo que se suponía iba a hacer este colaborador. Es que cuando hay colisión de diferentes intereses que están participando pasan estas cosas.
-¿Y la incursión del falso cura en casa de Bárcenas? ¿Usted dijo que era una chapuza, que lo hubiera hecho bien.
-Le puedo asegurar que eso no vino del Ministerio del Interior. Que a algún chalado se le pudo ocurrir, eso no lo descarto.