¿Apoya González Pons el bloqueo a la elección para la presidencia del CGPJ o se desmarca?
VII entrega de la serie Del Estado de Derecho al Estado Judicial. Los contactos entre el sector conservador y el progresista con vistas al Pleno de este lunes 2 de septiembre, interrumpidos.
Es la tarde del 25 de junio de 2024 en la oficina de prensa de la Comisión Europea. El ministro de Justicia Félix Bolaños y el vicesecretario institucional del Partido Popular Esteban González Pons, negociador de la renovación del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ), acaban, pasadas las 17:30, de terminar su reunión de una hora, en presencia de la exvicepresidenta de Justicia y en aquel momento vicepresidenta de Valores y Transparencia, Věra Jourová, para formalizar el pacto por escrito. Bolaños estrecha la mano de la vicepresidenta sin extenderla a González Pons, quien a su vez se la da a la vicepresidenta y se la ofrece después a un Bolaños despistado. González Pons coge la mano de Bolaños y la une con la de Jourová y los tres miran a las cámaras. El negociador del PP agradece a Félix Bolaños el trabajo que durante dos años han realizado juntos. "La verdad es que dos años negociando los dos es casi el principio de una amistad", dice un González Pons evocando a Humphrey Bogart al final de Casablanca (aunque menos sentimental que la dirigida al jefe de policía francés [el actor Claude Rains]: “Louis, presiento que este es el comienzo de una hermosa amistad”). Bolaños no se quedó atrás al subrayar el “esfuerzo del PP” y “en particular el de González Pons, con el que he trabajado mucho y duro”.
Versiones llegadas a El Periódico de Catalunya aseveraban desde hace varios días que el bloqueo en la elección de la persona que ocupará la presidencia del CGPJ-hasta ayer no se registraron nuevos contactos entre los negociadores de los 10 vocales progresistas y 10 conservadores con vistas al Pleno convocado este lunes 2 de septiembre a las 17:00 horas- es ajeno a cualquier indicación que el PP haya podido trasmitir a los vocales del sector conservador. Esas versiones señalaban que el bloqueo de dicho sector a la candidatura de la magistrada Pilar Teso Gamella era el reflejo de una posición en la que se han enrocado, sobre todo, los siete vocales procedentes de la judicatura, afiliados a la Asociación Profesional de la Magistratura (APM) [los otros 3 son juristas]
La información que este diario recogió en fuentes indirectas relataba que el eurodiputado y vicepresidente tercero del Parlamento Europeo, Esteban González Pons, se habría desmarcado respecto a la conducta de los vocales conservadores. González Pons ya había anunciado al explicar el acuerdo, el 25 de junio, que la elección de la persona para ocupar la presidencia sería competencia de los 20 vocales, según establece el acuerdo firmado.
Sin embargo, tanto él, en nombre de Alberto Núñez Feijóo, como su antecesor Teodoro García Egea, por Pablo Casado, habían pactado que la presidenta sería mujer y dieron por buena la candidatura de la magistrada Pilar Teso por su talante neutral y moderado.
Este diario intentó sin éxito obtener el punto de vista de González Pons en los últimos días. “Esteban quería hablar contigo. Me aseguran que no compartes/compartís en el PP el proceso que se está llevando en la elección de la persona para la presidencia del CGPJ”.
González Pons no respondió ni al mensaje ni a las llamadas reiteradas.
Durante semanas, las conversaciones personales y telefónicas entre miembros de los dos grupos -progresista y conservador- se han desarrollado en ciertos días de manera frenética. Pero desde el jueves de la semana pasada, esos contactos se han interrumpido.
El candidato o candidata -tras la entrada en vigor de la ley de paridad el pasado 22 de agosto de 2024 todo indica que para respetarla la elección debería recaer en una mujer ya que con la elección de un hombre se vulneraría en una institución muy relevante como el CGPJ la proporción de genero 60%/40%- tendrá que jurar a toda máquina en el Palacio de la Zarzuela ante el rey Felipe VI y luego, apresuradamente, presentarse ante el Pleno del Tribunal Supremo, para poder acudir el jueves 5 de septiembre al acto de apertura del año judicial, ceremonia que preside el rey.
El PP y el sector conservador ejercieri. la presidencia del CGPJ a través de Carlos Lesmes en diciembre de 2013, a propuesta del presidente Mariano Rajoy, lo que reflejaba la nueva correlación de fuerzas políticas tras el triunfo del PP en las elecciones generales de noviembre de 2011.
Pero Lesmes no duró los cinco años para los fue elegido -debía ser sustituido en noviembre de 2018 - y el bloqueo del CGPJ extendió su mandato hasta octubre de 2022 cuando presentó su dimisión. Hasta 2021, cuando se prohibió seguir haciendo nombramientos de jueces y magistrados, Lesmes configuró a su gusto -el de la mayoría conservadora- lo que es hoy la judicatura española. Y durante todo este periodo de legislatura socialista la derecha conservadora mantuvo un control del CGPJ pese a no ejercer la mayoría legislativa. Es decir: su control del poder judicial ni reflejaba ya la correlación política en el Congreso.
Ahora con un retraso de cinco años y medio se ha abierto la posibilidad de que durante una legislatura socialista se pueda nombrar -como hubiera correspondido en 2018- una persona de talante progresista.
Sin embargo, el Gobierno viene proponiendo desde 2021 el nombre de una magistrada de personalidad neutral, Pilar Teso, que el PP pareció aceptar como. una persona de consenso. Ya en noviembre de 2018, el Gobierno, aunque le correspondía tener la iniciativa, admitió el Gobierno la propuesta del PP de nombrar en la persona del magistrado Manuel Marchena, presidente de la Sala Segunda del Supremo, presidente del Supremo y el CGPJ como “candidato de consenso”, una iniciativa que, finalmente, resultaría fallida.
La candidata Pilar Teso necesita 12 votos, es decir, los 10 de los vocales progresistas, más 2 del sector conservador, para alcanzar los 3/5 requeridos obtener la presidencia.
Los conservadores han propuesto como alternativa al magistrado Pablo Lucas.
E, incluso, según versiones recogidas por este periódico, han llegado a sugerir su apoyo en las últimas semanas a una magistrada del Tribunal Supremo, también de la Sala Tercera, de lo Contencioso-Administrativo, y afiliada a la asociación de Juezas y jueces para la democracia, que no figuró entre las siete candidaturas a la presidencia formalizadas y reafirmadas el pasado 19 de agosto, por lo que esa propuesta -más allá de si es una propuesta seria- no es susceptible de ser incorporada de manera sobrevenida.
Existe, según fuentes del sector progresista, un manifiesto deseo, “casi simbólico” de acabar con la candidatura de Pilar Teso para obtener un titular mediático que certifique “un varapalo al ministro Bolaños”.
Una última ¿pista?
El gobierno ha anunciado que este martes 3 de septiembre hará el nombramiento del gobernador del Banco de España. Y las fuentes gubernamentales insisten en la propuesta del ministro José Luis Escrivá, que ha sido vetado por el PP.
Cualquier parecido con la realidad ¿es "mera coincidencia", como suele decirse?
O es que ¿puede haber un trade-off en el que la presidenta del Supremo y CGPJ será Pilar Teso a cambio de la retirada de Escrivá, objetado por el PP, en favor de otro candidato?
Artículo publicado en El Periódico de España