El fabuloso universo de poder creado en el entorno de Don Manuel Medina, de Feijóo, De la Joya, Botín, Villarejo a los jueces de la Audiencia Nacional y a Koldo García
En mi libro sobre el "caso Villarejo" hay material que ilumina sobre los acontecimientos en curso en España. Se reproducen, como habíamos prometido, extractos que se agradecerán este verano de 2025.
M
anuel Medina (Villanueva del Arzobispo, Jaén, 1944) es el personaje influyente de un importante despacho deabogados en España. Fue miembro del Cuerpo Nacional de Policía, hizo allí su carrera de abogado. En 1984 fue nombrado jefe territorial de Andalucía del departamento llamado Asuntos Dificultosos del Banco Central que presidía Alfonso Escámez, para pasar, en 1992, tras la fusión entre los bancos Central e Hispano, al puesto de jefe de los servicios jurídicos de Andalucía Oriental, En 1999 se le asignó la función de letrado de zona de Madrid, Granada y Jaén, además de asesor del consejo de administración.
Manuel Medina es el abogado al frente de Medina Cuadros, el primer bufete de abogados que contrató Koldo García Izaguirre nada más conocer que el juez de la Audiencia Nacional, Ismael Moreno, la Fiscalía Anticorrupción, y la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil (UCO) le seguía el rastro. Eso fue en noviembre de 2024.
En las páginas que siguen, las lectoras y lectores podrán leer sobre el personaje Medina extractos de mi libro sobre el comisario Villarejo. Se reproducen diálogos fidedignos de los audios grabados por el excomisario en una comida en la que participaban Adrián de la Joya, Villarejo y Medina.
Medina: No han sabido estar a la altura, me han decepcionado mucho [en referencia al comisario Enrique García Castaño, alias “El Gordo”, y al comisario Gabriel “Gabi” Fuentes]
Los policías Gabi Fuentes, nombrado para la lucha contra el narcotráfico (1993), comisario general de información (1994-1996) y subdirector general del gabinete técnico de la Policía (2002-2006), y Enrique García Castaño, “el Gordo”, comisario jefe de la Unidad Central de Apoyo Operativo de la Policía (UCAO) hasta febrero de 2017, le presentaron a Medina al entonces subdirector general de la Policía para negociar el pago de una deuda de la Policía con Endesa de cuarenta millones de euros. Los policías trabajaban, el primero por un lado, y el segundo por el otro.
Al terminar, según afirma Medina en la grabación,
“Uno coge el sobre y el otro dice “no, tengo una factura de cuarenta mil o cincuenta mil euros”.
Se la pago y nadie se entera de lo que va. Solo por presentarte a un subdirector general de la Policía», explica Medina.
Villarejo: ¿Gabi [Gabriel Fuentes] te ha cobrado cuarenta mil euros por eso?
Medina: Y más.
Villarejo: ¿Por presentar a una persona? Pues eso no es serio Por presentar a una persona no vas a… Si me lo hubieras dicho te lo presento por la cara.
Adrián de la Joya: Sí, pero estos te intermedian un café.
Medina: Se aplica aquello de todo el mundo va a lo suyo menos yo, que voy a lo mío [Ríen los tres a carcajadas]
Como quiera que Medina está muy dolido con García Castaño, por decirle en una reciente conversación telefónica: “¿tú eres tonto o te lo haces?” y repetirle lo mismo a su hijo Antonio, a raíz de la concesión al abogado de la medalla al mérito policial distinción blanca de la Policía Nacional, en 2014, su amigo Adrián de la Joya traza un perfil de Medina
De la Joya: Le llama [el “Gordo”] tonto a un señor que viene de un olivar de Jaén de lo más humilde de la tierra, que entra en la Policía, que dentro de la Policía se hace abogado, que tiene un despacho [en Madrid], con muchísimos abogados.
Villarejo: Yo tengo dos libros suyos dedicados, joder. Y siempre me manda una invitación cuando inaugura [sic] un nuevo libro.
Medina: [picado] Que viene al campo [a su finca] Alberto [Núñez Feijóo], que se baja [se presenta] Gabi [Fuentes], el otro [el Gordo], que tiene un problema que quiere exponérselo a Rajoy, que Gabi tiene interés en que le hagan un asesor de tal y cual, pues todos nos vamos con Alberto al palacio [el Pazo de Raxoi, en Santiago de Compostela], comemos allí [en] Galicia como dioses, no os preocupéis que yo lo expongo y yo que soy el que los lleva, que convencí a Alberto [Nuñez Feijóo] luego, cuando empezó a salir lo de Gabi Fuentes de Interligare [una empresa, en la que el comisario Fuentes era vicepresidente, a la que se adjudicaron contratos públicos en la época del ministro del Interior socialista Alfredo Pérez Rubalcaba y a la que se acusó de espiar al Partido Popular, asunto posteriormente archivado] Alberto va y me dice, «Manolo tú eres tonto. Me van a complicar la vida estos tíos a mí”
“Yo creo que no” le dije.
“Joder, Manolo”, me dice Alberto “¿Cómo me has metido esta gente aquí? Si dicen que han estado un día conmigo me funden, con los tiempos que corren ahora”.
Medina explica a Villarejo y a De la Joya.
“Yo no sabía nada, los he traído con la mejor voluntad. Me he arriesgado a todo eso ahora”
Villarejo: Cuando Alberto [Núñez Feijóo] necesite algo de lo que sea duro que te lo pida.
De la Joya: Esto [los servicios que presta] Villarejo es otra historia
Medina: Es otra dimensión.
Villarejo: A mí me lo encargan directamente de arriba.
De la Joya: Es primera división, no es guardería.
E
sta comida tuvo lugar, según se ha apuntado, el miércoles 5 de noviembre de 2014. Faltaban cuatro días para la consulta soberanista convocada por el presidente de la Generalitat catalana Artur Mas, contra quien el Ministerio del Interior, al mando del ministro Jorge Fernández Díaz, y la Policía, habían elaborado, clandestinamente, un dosier con ocasión de las elecciones autonómicas del 25 de noviembre de 2012. Nunca se supo quién realizó dicho informe, que se publicó en un medio en el que Villarejo solía filtrar noticias y se presentó como un presunto «borrador» de la UDEF (Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal) de la Policía.
Villarejo: El diseño del borrador famoso que hicimos en Cataluña nos costó seis meses de trabajo y yo directamente despachaba arriba del todo [con Francisco Martínez, entonces director de gabinete del ministro Fernández Díaz en 2012 y más tarde secretario de Estado de Seguridad 2013-2016] porque, claro, se trataba de salvar el tema de Cataluña. Acuérdate la que se lió con las elecciones Que si el borrador, que quién lo ha escrito. Hubo como siempre algún gilipollas, Villarejo, mmm, siempre hay un tonto, pero, bueno, afortunadamente, salvo algún medio catalán. Es lo que hay que hacer: no existir
Medina: No existir
L
a descripción de Villarejo es sugerente. Los comisarios José Luis Olivera, amigo del comisario, y jefe entonces del Centro de Inteligencia contra el Crimen Organizado (CICO), y el comisario Marcelino Martín Blas, jefe de Asuntos Internos de la Policía, se trasladaron a Barcelona el 29 de octubre de 2012. Convocaron a los fiscales de la Fiscalía Anticorrupción Fernando Bermejo y Emilio Sánchez Ulled a una reunión con el pretexto de analizar datos de un informe sobre corrupción, el caso Palau [un fraude y cohecho realizado durante la década de 2000 por Felíx Millet, presidente del Patronato de la Fundación Orfeó Català-Palau de la Música Catalana, fun- dación dirigida por el propio Millet y protegida por la Generalitat de Catalunya, caso juzgado donde se condenó en enero de 2018 a Millet y otros acusados. Millet falleció el 16 de marzo de 2023]
El objetivo de Olivera y Martín Blas era hacer una entrada y registro en la sede del partido Convergència Democràtica de Catalunya (CDC). La operación que querían montar se haría al margen del juez instructor del caso, Josep María Pijuán, a cargo del Juzgado de Instrucción N º 30 de Barcelona.
Los dos fiscales examinaron los datos y preguntaron a los comisarios llegados de Madrid por las fuentes de la información. La misteriosa actitud que mostraron levantó sospechas en los fiscales. Los comisarios mencionaron unas cuentas bancarias del padre del presidente de la Generalitat, Artur Mas, en Liechtenstein, un asunto que la Audiencia Nacional había archivado, y del presidente Jordi Pujol, en Suiza. A los fiscales Bermejo y Sánchez Ulled les pareció que se trataba de noticias recicladas. Entre ellos estimaron que los policías abrevaban en fuentes tóxicas cuando no manipuladas expresamente. Una de ellas, en lo que era un secreto a voces, era el financiero convicto Javier de la Rosa, que ya había diseminado datos similares en Barcelona. Así pues, rechazaron hacer la entrada y el registro que se traían entre manos los comisarios, quienes regresaron con las manos vacías a Madrid.
Faltaban cuatro semanas para las elecciones autonómicas convocadas el 25 de noviembre de 2012, las cuales, recordaba Villarejo ahora a sus dos interlocutores en la grabación del 5 de noviembre de 2014.
Y el viernes 16 de noviembre: ¡bum! Un diario [El Mundo] donde habían ido apareciendo las “exclusivas” de Villarejo publicaba un presunto borrador de la UDEF en el que se sostenía que Mas y Pujol habían recibido parte del dinero que importantes empresas constructoras habían pagado al Palau de la Música como medio para lograr adjudicaciones de obras públicas.
El Ministerio del Interior desmintió acto seguido que la UDEF lo hubiera elaborado, ni como informe preliminar ni como borrador. No se incluía en el sumario de la causa. Los datos incorporados al borrador se basaban en información verbal de Javier de la Rosa, recortes de prensa y rumores ex- traídos de internet.
El escándalo desnudaba al Ministerio del Interior y se convirtió en uno de los interminables quebraderos de cabeza del ministro Fernández Díaz.
El borrador era un instrumento de guerra sucia lanzado desde la misma cúpula de la Policía e Interior.
No era “parapolicial” ni obra de grupos paralelos.
Villarejo tuvo un papel relevante en este montaje y según informó a María Dolores de Cospedal hizo un pago a De la Rosa desde una empresa suya radicada en Panamá. Cospedal prometió compensar dicho pago.
El fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, citó entonces al fiscal Emilio Sánchez Ulled en su despacho de la madrileña calle de Fortuny.
“Es un corta y pega: aquí no hay nada”, le explicó con el borrador en la mano.
Pero Fernández Díaz mantuvo la presión sobre el fiscal general Torres-Dulce.
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os años después se acercaba el referéndum del 9 de noviembre de 2014 en Cataluña, el Ministerio de Interior volvió a desarrollar una operación intoxicadora como la de 2012. Pero en este caso iba a ser una farsa todavía más grotesca.
Así, se filtró a su periódico «exclusivo» [El Mundo] que el alcalde de Barcelona, Xavier Trias, había transferido 12,9 millonesde euros desde Suiza a un banco en Andorra en febrero de 2013.
El diario, al anunciar Trias una querella, redobló su apuesta y dio en grandes titulares el número de la presunta cuenta bancaria: UBS (Union de Banques Suisses) 7651162-3445 954 La entidad, a petición de Trias, informó de que este no tenía ni había tenido cuenta en el banco.
Y sobre todo dejaba en ridículo al diario. Los números no se correspondían con el código habitual de la UBS.
Sin embargo, Fernández Díaz quiso ayudar al diario y pidió auxilio a la UDEF. Su jefe, Manuel VázquezLópez, rogaba el 14 de noviembre de 2014 —diez días después de la comida de Villarejo con Medina y Adrián de la Joya— a la Fiscalía Anticorrupción que abriera diligencias. Pero el presunto in- forme anónimo le resultaba insuficiente al entonces fiscal jefe de la Fiscalía Anticorrupción, Antonio Salinas, para actuar. Aun así, Fernández Díaz le presionó. Y se abrieron diligencias. El 27 de noviembre de 2014, Vázquez López informaba al Juzgado de Instrucción N º 16 de Madrid de que “la UDEF tuvo conocimiento a través de escrito recibido en dependencias policiales» de la cuenta apócrifa de Trias. Acababa con el paripé y archivaba las diligencias.
La Sala Segunda del Tribunal Supremo rechazaría, después, admitir la querella de Trias contra el ministro Fernández Díaz.
¿Quién había filtrado al diario El Mundo la falsa cuenta bancaria? Es un hecho probado y objeto de mofa en la cúpula policial: el comisario Enrique García-Castaño, “el Gordo”.
En la comida del 5 de noviembre de 2014, Adrián de la Joya, «Joy» para Villarejo, refrescaba el asunto después que el comisario volviera a quejarse:
Villarejo: Lo que necesites, Manolo, de lo que sea; siempre has sabido dónde estamos. Lo que pasa es que Gabi y el Gordo cortocircuitan y no quieren ninguna relación con nadie Yo, absoluta y desinteresadamente, lo que tú necesites.
De la Joya: De todas formas, Manolo, el Gordo no está pasando por su mejor momento Ha tenido un fallo por ahí
Medina: Ah, sí, ¿eh?
De la Joya: Ja, ja, ja
Villarejo: Por el tema de la cuenta corriente en Suiza [de Trias], que la ha dado él.
Medina: Y ha hecho cosas, una investigación; no tenía ningún papel, se ha inventado la mitad de las cosas sobre Cataluña. La vicepresidenta [Soraya Sáenz de Santamaría] lo recibía. Me arrepiento de haber apostado por él ante [Mariano] Rajoy con mi propio consuegro
[Vuelve Medina a Núñez Feijóo]
Media: Si ponen a Alberto [Núñez Feijóo como candidato del PP a las elecciones generales] arrasarían
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ecuerdan entonces la publicación, el 31 de marzo de 2013, de la foto del entonces presidente de la Xunta de Galicia, Núñez Feijóo, junto al narcotraficante gallego Marcial Dorado en una barca.
Y hablan sobre quién podría haberla filtrado.
Medina: Yo ponía la mano en el fuego que era la de los labios de silicona, la Cospedal
Villarejo: [que era el confidente de María Dolores de Cospedal] No, ha sido la pequeñita [Soraya Saénz de Santamaría]
Medina: Empezamos a investigar y ha sido Ana Pastor Había sido ella quien le decía a Viri [Elvira, la esposa de Rajoy]: cuidado con este, Feijóo quiere la Moncloa.“Mándame un teléfono fijo donde te pueda llamar —me dice Alberto [Núñez Feijóo]— Tenemos que hablar como los indios porque esto lo tienen controlado [el móvil]”. Tengo los mensajes. Le digo: “Vente a comer conmigo» “Me encantaría, pero como con la vice [Soraya] en la Moncloa. Creo que te veo en el desayuno” [en Madrid] “Ten cuidado con la comida. No se puede uno fiar de nadie”. “Gracias, Manolo Veremos qué podemos hacer, pero me encantaría que fuese lo contrario”.
Villarejo: Ofrécele lo que quiera Yo tengo cosas que me encargan de arriba para romperle los huevos a todos. Si algún día quiere, quedamos sin que nadie se entere. Esas son las cosas que a mí me encargan
B
otín.
Para sorpresa de sus dos comensales, el anfitrión, Joy, interviene para cambiar de tercio:
De la Joya: Manolo, que me quiero descojonar de risa. Enséñale a Pepe [Villarejo] el selfi que te hiciste con la caja, jajaja
Villarejo: ¿Con qué caja?
De la Joya: ¡Joder! Sabes Manolo de lo que te hablo, hostia. No seas cabrón Con el viejo, con Botín.
Medina: Ah, bueno.
Medina: Yo me fui a Santander el día 10 de septiembre de 2014 [dos meses antes de esta comida]por la tarde. Me quedé en Santander. Desde las ocho de la mañana, [el féretro de] Emilio Botín estaba solo. El hijo de Emilio Botín llegó a las 10: 30. Yo fui la única persona [que se quedó allí con él, ante el ferétro]. Ahora verás [Le muestra el selfi y fotos de la casa de los Botín]
Villarejo: Hostia, míralo.
Medina: Ya verás que está solo Emilio, el pobre, abandonado. Vino el chófer. Mira la corona mía: Medina Cuadros, la de La Caixa. El hijo llegó a las 10:30; la mujer a las 11:30 y la hija, Ana Patricia, ya más tarde cuando todo el folclore. Antes ni Dios Estábamos rezando allí y yo con las coronas. Los pasillos de la casa, nadie; la entrada de la casa, nadie; Jacinto Prado, el jefe de seguridad, me dijo “esta es tu casa”. Lo embalsamaron por la noche en Madrid y el certificado de defunción fue ex- pedido en Torrejón de Ardoz. El que vino con él en el avión me ha dicho que el certificado de defunción se hizo en Torrejón. Ya entró muerto desde Italia. Vino en avión privado y, para evitar problemas,llegó a Torrejón en lugar de ir a Iberia. Los militares tienen relación con Botín por las 150 hectáreas que vendieron al Santander en Boadilla del Monte [en Madrid] Hay allí un coronel que es su hombre de confianza [de Botín]. Vino de Italia sin caja. Hubo un problema.El día de la fecha de la muerte nos dijeron a las 20:30, la Comunidad de Madrid no da permiso como mínimo antes de 24 horas para sacar a un muerto de allí. Y yo empecé a sospechar[en Santander]: como se ha muerto a las ocho u ocho y media no puede salir a esa hora de la tarde. Estaba yo a las ocho en punto de la mañana en Santander. Yo me voy a la casa porque las herederas tienen mucha confianza conmigo. Emilio también tenía mucha confianza. Yo me voy a estar con él [féretro de Botín] Me voy con el jefe de seguridad, Jacinto Prado; fuimos juntos, Jacinto tampoco sabía exactamente qué pasaba. Sí sabe el problema que hay. No dejan salir hasta las veinticuatro horas de Madrid para ir arriba a Santander pensando que saldría a las 20:30, llegaría a las 0:15 o 0:30. Todo preparado, con organización. A mí me sorprende porque el coche sale de Madrid a las 18:15 de la tarde. Luego la versión que había de que Botín llama a la secretaria: me encuentro mal, ponme la cena, que tiene en la suite del club de golf de aquí [en Boadilla del Monte], a las 20: 30. Él estaba tieso ya a media tarde en Italia y a las 18:30 le dan el certificado de defunción en Torrejón de Ardoz y con ese certificado de defunción se puede salir y, en vez de llegar [a las] 0:30, y se presumía que iba a llegar dos horas antes para evitar a la prensa, había prensa de todas maneras, llega dos horas y pico antes Y yo dije con ese certificado de defunción se puede llegar dos horas antes Entró muerto a Torreón.
De la Joya: Estaba ya momia.
Medina: El día 4 de septiembre —él muere el 10—, Emilio me manda llamar y me dice: “Tenemos que juntarnos para ver algunos temas”. Era la junta de accionistas, él marchó dos días antes. Como yo cogía espárragos en Jaén se los enviaba desde febrero hasta mayo. “Me los llevo —dijo— para disfrutarlos con Carolina [su hija]”. Después ella me contó: “Ay, Manolo, tú sabes que mi padre me decía: “ya he hablado con mi amigo Manolo de Jaén”. Y cuando yo vi a mi padre con un delantal y con una mopa de esas fregando la cocina, limpiando, conseguías de mi padre la parte más humana que yo nunca había visto “Esto, por mi amigo el de Jaén, es único”, decía “Sé qué esparragueras le gustaban, las he vallado”.
Villarejo: Y al cerdo que se mete le cortas los huevos [Ríen a carcajadas]
E
l juez Fernando Andreu, prácticamente nombrado Secretario de Estado de Justicia en el gobierno de Pedro Sánchez, escribí en el diario El País, fue la primera baja colateral de las grabaciones, todavía secretas, aún sin filtrar, del excomisario Villarejo, el policía que todo lo grababa.
Y audios con Andreu, como las meigas, haberlos los había. Villarejo atesoraba al menos nueve audios, entre comidas en las que participaban sus amigos Adrián de la Joya, Mauricio Casals—adjunto a la presidencia de Atresmedia Corporación (Antena 3, La Sexta, Editorial Planeta) y presidente del diario La Razón— y el comisario José Luis Olivera, en las que también participaba el juez Andreu, titular del juzgado de instrucción número 4 de la Audiencia Nacional, y llamadas telefónicas puntuales.
En varias de ellas, Villarejo exponía ante el juez a modo de consulta sus obsesiones: las denuncias contra el fiscal José Grinda por presuntas actividades de pederastia y la posición de la fiscal general del Estado, Consuelo Madrigal, contraria a admitir la querella de Villarejo dichos asunto en septiembre de 2015; el descontrol de las actividades del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), que contaba con un «juez empotrado» en la Sala Tercera del Tribunal Supremo (en referencia al magistrado especializado en atender las peticiones secretas del servicio de inteligencia cuando se solicitan intervenciones telefónicas o registros de domicilio, es decir, medidas que vulneran derechos fundamentales); el caso Emperador (sobre la mafia china) que instruía Andreu y en el cual estuvo implicado Carlos Salamanca, amigo tanto de Villarejo como de Andreu.
El nombre del magistrado también aparecía en otros audios. En particular, un audio de 2 horas, 32 minutos y 50 segundos reflejaba lo vertido en una comida entre Adrián de la Joya, el entonces comisario y el abogado Manuel Medina González, el miércoles 5 de noviembre de 2014. Se trata del audio del que ya hemos hablado con anterioridad.
El encuentro tuvo lugar el 10 de septiembre de 2014, casi dos meses después de la muerte del presidente del Banco de Santander, Emilio Botín, cuyas exactas circunstancias todavía desataban el morbo en círculos dirigentes de Madrid, y antes del llamado 9-N, la consulta sobre la autodeterminación en la Comunidad Autónoma de Cataluña convocada por el presidente de la Generalitat Artur Mas
La idea de la comida fue de Adrián de la Joya, que ya había hablado con Manuel Medina sobre un proyecto de colaboración, una alianza entre Villarejo y su bufete Medina Cuadros, con sede en la calle Hermanos Bécquer de Madrid
Medina (Villanueva del Arzobispo, Jaén, 1944) es el personaje influyente de un importante despacho deabogados en España. Fue miembro del Cuerpo Nacional de Policía, hizo allí su carrera de abogado En 1984 fue nombrado jefe territorial de Andalucía del departamento llamado Asuntos Dificultosos del Banco Central que presidía Alfonso Escámez, para pasar, en 1992, tras la fusión entre los bancos Central e Hispano, al puestode jefe de los servicios jurídicos de Andalucía Oriental, En 1999 se le asignó la función de letrado de zona de Madrid, Granada y Jaén, además de asesor del consejo de administración.
«Un señor que viene de un olivar de Jaén, de lo más hu- milde de la tierra, que entra en la Policía, que dentro de la Policía se hace abogado, que tiene un despacho donde trabajan muchísimos abogados»
Ese es el perfil de Medina, según Adrián de la Joya,
La relación personal de Medina con los banqueros era de gran interés para Villarejo Medina era un asesor áulico de Emilio Botín e Isidro Fainé, presidente de CaixaBank en aquellos días, y su bufete realizaba trabajos de envergadura para ambas entidades
El nombre de Andreu salía en el audio cuando Medina narraba las circunstancias judiciales de la regularización fiscal de la fortuna de dos mil millones de euros de la familia Botín en Suiza, ocultada allí desde la época de la Guerra Civil española, en lo que hoy es el banco Hong Kong and Shanghai Banking Corporation (HSBC) de Ginebra, a través de sociedades con sede en los paraísos fiscales de Panamá y las Islas Vírgenes británicas del Caribe.
La información sobre esa fortuna formaba parte de la célebre «lista Falciani», elaborada en 2009 por el informático de HSBC Private Bank Suisse Suiza, el monegasco ítalo-francés Hervé Falciani, en la que daba cuenta de otras fortunas de unas cuatro mil personas relacionadas con España.
Botín y sus familiares pagaron más de doscientos millones de euros a la Hacienda española, pero la Fiscalía Anticorrupción presentó igualmente una denuncia contra Emilio Botín, Ana Botín, hermanos e hijos, un total de doce miembros de la familia, por delito contra la Hacienda Pública y, en su caso, falsedad documental, porque no podía determinar si tras el enjambre de sociedades la cantidad regularizada era la correcta.
El juez Andreu admitió a trámite la querella en la Audiencia Nacional el 15 de junio de 2011.
Según narra Medina, que se ocupaba de asesorar a Botín por su conocimiento de los magistrados de la Audiencia Nacional, al examinar las cuentas Botín le dijo que había pagado doscientos millones de euros, pero si había que abonar más dinero, estaba dispuesto a ello.
Medina habló con Andreu, quien le dijo que iba a archivar el asunto. Un día de marzo de 2012, el letrado le dijo a Botín:
“Mañana se archiva”.
Y el día que esperaba recibir en su teléfono la noticia del archivo de la causa, Medina recibió este mensaje del juez: “El niño no ha nacido todavía, vamos a tener que hacer cesárea”.
La Fiscalía Anticorrupción había solicitado al juez hacer varias diligencias y Andreu retrasó el archivo. Según Medina, el juez le explicó que convenía hacer las cosas bien. Si la Fiscalía había presentado la querella, pues él la admitía a trámite, y si ahora le solicitaban diligencias, también las llevaba a cabo, para no ponerse a los fiscales en contra, de manera que le pidió que no le pusiera pegas porque el asunto se finalmente se archivaría.
Los peritos de Hacienda señalaron que «la regularización realizada por estos ha pretendido, en base a [sic] la documentación acreditativa de los hechos de la que han dispuesto, adecuarse en todo momento razonablemente a lo establecido en la normativa reguladora de los mencionados impuestos»
Finalmente, el archivo tuvo lugar, a petición de la Fiscalía Anticorrupción, el 22 de mayo de 2012,
Andreu, pues, concretó lo que había anticipado a Medina, quien, sin embargo, señala en el audio que «se portó regular» porque el archivo llevó varios meses, «pero luego lo arregló»
Villarejo [a Medina]: Lo que pasa es que Fernando [Andreu] no es tan maniobrero como otros. Te hace las cosas muy discretamente. Es bastante estricto. Más vale tardar un poco porque tienes la certeza Fernando te quiere mucho. Es amigo tuyo.
Manuel Medina: Sí, es muy amigo
Villarejo: Perdona, Manolo, eso que le hiciste a Botín no tiene precio.
Aunque la regularización se fundamentó en el hecho de que no hubo un procedimiento de inspección previo—y por tanto se presentaba como “espontánea”, conforme a lo que exige la ley—, lo cierto es que, tras conocer los datos de la lista Falciani, Hacienda hizo un requerimiento a todas las personas relacionadas con España que allí figuraban.
La Agencia Tributaria se dirigió a Emilio Botín y a sus familiares el 21 de julio de 2010 y les informó de la situación: dos mil millones de euros situados en Suiza (ejercicios de los años 2005-2009).
Y dos días más tarde, el 23, Botín presentaba sus alegaciones y procedía a regularizar los fondos con el pago (del conjunto familiar) de aproximadamente doscientos millones, que al final se ampliaron a trescientos veinte millones de euros.
No hubo, pues, procedimiento de inspección fiscal.
Medina narra también en la grabación, realizada por Villarejo, que fue él quien consiguió librar a Botín de la investigación de catorce años de las llamadas cesiones de crédito, producto financiero basado en un negocio jurídico que se celebraba entre el acreedor y otra persona con el fin de transmitirle la titularidad de la deuda, comercializado por el Banco Santander a sus clientes entre 1987-1989.
La Fiscalía investigó más de 47.240 operaciones con unos 3 500 titulares por un importe superior a los 2 600 millones de euros, a través de las cuales los clientes podrían haber cometido un supuesto delito fiscal.
Los directivos del banco, con su presidente a la cabeza, estaban acusados de presuntos delitos fiscales que causaron un perjuicio patrimonial de 84 millones de euros.
Medina aportó, según narra, material a los jueces, cuarenta sentencias “Dadme material a favor”, le decía Medina al Banco de Santander, que luego lo trasladaba a la Audiencia Nacional.
La retirada de la Fiscalía de la acusación en el procedimiento dio lugar a la llamada “doctrina Botín” en la Sala Segunda del Tribunal Spremo: si la Fiscalía no acusa, la causa no puede seguir adelante exclusivamente con la presencia de una acusación popular.
El juicio, pues, no se celebró y el caso se archivóEso fue en 2006
El fallo (un auto de sobreseimiento de la sección primera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional de 20 de di- ciembre de 2006), según confiesa Medina en la grabación, se lo dio a Botín quince días antes de que se notificara oficial- mente «Emilio, no se lo digas a nadie», le aconsejó
Según explica Medina en las grabaciones, él pudo cobrar dos millones y medio de euros por su actividad.
Botín le habría dado un sobre con trescientos mil euros en efectivo: “en B” (es decir, en negro)
“Admítemelo: es como si te hubiera dado medio millón. Un regalo”, me dijo.
Pues, ya está
Adrián de la Joya: De los que nos gustan [riendo a carcajadas]
Medina cuenta, además, su participación en la Audiencia Nacional en la querella y el juicio oral contra Emilio Botín y los exconsejeros del banco José María Amusátegui y Ángel Corcóstegui por los delitos de apropiación indebida y administración desleal, por los que se les juzgó en el llamado «caso de las jubilaciones millonarias»
El tribunal, la sección tercera de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, consideró legales las retribuciones de 43,8 y 108,1 millones de euros cobradas por Amusátegui y Corcóstegui, respectivamente, al abandonar la entidad bancaria a mediados de 2001 el primero y a principios de 2002 el segundo.
El tribunal entendió en 2005 que no se había probado a lo largo del juicio que Botín, Amusátegui y Corcósteguise apropiaran de dinero del banco y consideró que los pagos a los dos últimos fueron retribuciones por los servicios prestados como altos ejecutivos de la entidad, sin causar perjuicios para el banco.
Medina presume de su relación especial con el fiscal del caso, Fernando Burgos, más tarde nombrado teniente fiscal de la Audiencia Nacional: «Yo sentaba a Corcóstegui en el despacho del fiscal que le acusaba Y Fernando Burgos decía: “yo voy a pedir esto y lo otro”»
Y prosigue: “Botín era muy temeroso y antes de su declaración, yo le decía: “Sígueme, me cago en la mar”.
“Manolo,¿dónde vas?” me decía.
“Y nos metíamos con Emilio en el despacho con Baltasar [Garzón] hasta que empezaba la declaración»
Garzón fue absuelto en 2012 a raíz de una querella investigada por el magistrado Manuel Marchena en la Sala Segunda del Tribunal Supremo por apoyos financieros de varios bancos, entre ellos el Banco Santander, a sus cursos sobre terrorismo en la Universidad de Nueva York en 2005 y 2006, mientras era juez en activo de la Audiencia Nacional.
Medina narra también que hacía pocos meses, en otro asunto relacionado con Suiza, para evitar publicidad,le había sugerido al juez Andreu que las declaraciones de Emilio Botín y su hija Ana Patricia debían tener lugar el día anterior al de la citación oficial.
“Estaremos un día antes a las 8:30, no va a haber nadie», dijo Medina. “Manolo, pero es que de esto se van a enterar”, repuso el juez. “Si no se dice, nadie se va a enterar”, insistió Medina.
En la Audiencia Nacional, en la madrileña calle de Prim, un edificio al que se habían trasladado -mientras se terminaban las obras de la sede de la avenida de Génova con García Gutiérrez- la primera planta del edificio estaba ocupada por la Fundación Patrimonio Comunal Olivarero, con cuyos directivos el abogado jienense Manuel Medina tenía excelentes re- laciones.
Medina consiguió —“era gente mía de Jaén”— que le dejaran —”por lo que sea”— esa mañana una plaza en el garaje.
Botín y su hija Ana Patricia llegaron allí junto con Medina a las 8: 10 y subieron a las oficinas de la Fundación Patrimonio Comunal Olivarero. El juez Andreu llamó al teléfono móvil de Medina y le dijo que bajaba a tomarles declaración a una sala de la Audiencia porque iban a estar más cómodos que en su pequeño despacho. Medina se quedó esperando junto con unos directivos de la Fundación Patrimonio Comunal Olivarero “que no se lo podían creer”.
Las declaraciones de ambos acabaron a las 8:50 y luego bajaron directamente al aparcamiento reservado para la Fundación Patrimonio Comunal Olivarero.
Antes de despedirse, Botín se lo agradeció: «Manolo, nunca en mi vida me han ido tan bien las cosas que [sic] cuando he confiado en ti»
Nadie se enteró de las declaraciones de Botín y de su hija Ana Patricia ante el juez.
Y
en los juzgados de plaza de Castilla, cuando Botín tenía que declarar en otros casos, le decía Medina al secretario judicial [letrado de la administración de Justicia] que le diera un toque cuando tuviera que declarar. Le llamaban para avisarles de que ya podían subir.
“Cogía a Emilio y subíamos por el ascensor de la parte del extremo del juzgado, entrábamos a declarar y salíamos por el mismo sitio y no se enteraba ni Dios. Un día le dije a Emilio: “te voy a presentar a la jueza Teresa Palacios” [la magistrada instructora de la Audiencia Nacional que había sentado en el banquillo, en 2004, por las cesiones de crédito, al presidente Botín, al ex consejero delegado y consejero del banco Rodrigo Echenique, al exjefe de la asesoría jurídica José Ignacio Uclés, al exjefe central contable Ricardo Alonso Clavel y a otras veintiocho personas por las cesiones de crédito], y me dijo: “nooo”, le tenía pánico. Y yo me llevé a Teresa y él, “por favor, señoría, yo a usted le tengo mucho respeto” y ella, “como tú eres amigo de mi amigo [por Medina] agradéceselo a él”. A mi casa en el campo vienen todos como a su casa. Muchos jueces de la Audiencia Nacional. Si hasta Fernando Grande-Marlaska [el magistrado ex- presidente de la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional, entonces miembro de la Comisión Permanente del CGPJ y actual ministro del Interior] ha venido», según explica.
M
onetización.
El almuerzo con Manuel Medina se celebró con el objetivo de la “monetización”, un concepto que el empresario Adrián de la Joya había comentado con Villarejo y Medina por separado.
Para impulsar las “sinergias” entre los servicios del grupo de empresas de Villarejo, Cenyt, y el bufete de Medina.
Manuel Medina: [El bufete Medina Cuadros] vamos a facturar a Telefónica cinco millones de euros este año [2014]
Villarejo: ¡Qué bonito!
Medina: La facturación a Endesa, mínimo tres millones, y dos millones y medio a la Caixa, luego tienes Banco Sabadell.
Villarejo: ¡Qué rico! Qué bueno tener tres o cuatro clientes así.
De la Joya: Es que le quieren mucho. Isidro [Fainé] te quiere mucho y César [Alierta, presidente de Telefónica] también.
Villarejo: Oye, tú que tienes buenas relaciones con la Caixa, ¿cómo es que le dan tanto curro a uno que se llama Intelligence Bureau [firma especializada en investigación e inteligencia competidora de Método 3]? No me jodas ¿Qué? ¿Son amigos tuyos? Una firma de investigación y análisis de Barcelona, que es [sic] un soplapollas.
Medina: Sí, hombre Juan de la Torre [Guijarro, el llamado hombre de la inteligencia detectivesca de Cataluña]. Era amiguete mío, se lo presenté al “Gordo” [el comisario Enrique García Castaño] y comen todavía.
Villarejo: Ya lo sé, ya lo sé
De la Joya: Lo que lleva Intelligence Bureau lo podría llevar Pepe
Villarejo: Yo encantado.
Medina: Sí, se lo he presentado al “Gordo” y se ven.
Villarejo: A mí me ha intentado quitar un cliente el “Gordo”. Tiene problemas económicos todos los días, está muy necesitado. Y el problema es que no hay nada peor que tener un aliado barato [por el “Gordo”] Te busca la ruina por dos mil euros, Manolo.
De la Joya: Es de vuelo gallináceo.
“Aquí está la monetización”, dice De la Joya.
Se trata de un plan de Villarejo para imponerse en el mercado de la información confidencial, el espionaje y la inteligencia, donde existe la competencia de algunos colegas Por ejemplo, los comisarios Enrique García Castaño y Gabriel “Gabi” Fuentes.
De la Joya: Déjame que te diga una cosa, Manolo, todos los temas de estrategia, de inteligencia con la Policía es Pepe.
Medina: Eso ya lo hemos hablado tú y yo.
De la Joya: Vamos a ver: el “Gordo” está aquí [indica con la mano], Pepe está aquí [a gran distancia por encima]
Medina: Para mí el “Gordo” no existe.
De la Joya: Escúchame, toda la parte de estrategia es Pepe. ¿Sabes, Manolo, que siempre hemos hablado sobre cómo monetizábamos muchas cosas? Aquí está la monetización con esta alianza Te voy a echar una caña [se dirige a Villarejo] Sé que este señor es la polla. Aquí encaja.
Villarejo: Bueno, tampoco exageres.
De la Joya: Es un tío que no es el “Gordo”, que se vende por tres mil euros, le está dando de comer [Villarejo] y le está salvando el culo. Esto es otra dimensión. Los otros venden la burra.
Villarejo: Lo que necesites. Mi secreto es no existir. Mi eficacia es que poca gente me conoce, las funciones que hago. Nosotros hemos sido eficaces con varios bancos, BBVA, HSBC, en encontrar bienes de deudores en cualquier parte del mundo y ahí podíamos colaborar juntos, hacer un joint venture [asociación a riesgo compartido]
Medina: Sí, sí, hombre.
Villarejo: Yo tengo una infraestructura en todo el mundo para encontrar bienes. He encontrado bienes en la Polinesia, macho, y vamos a porcentaje.
Villarejo se sincera sobre sus más recientes problemas: el Grupo Planeta quería contratarlo para su pleito con la empresa Kiss FM, un pufo de sesenta millones de euros.
Villarejo: Y vinieron ellos y cogieron al “Gordo” y le dicen “este Villarejo, mmm”. Al final cogí y le dije al “Gordo”: `tiene cojones, encima que cuando estás asfixiado vienes a mí, me quieres poner los cuernos con el soplapollas ese de Intelligence Bureau. Este chico, Juanito [Juan de la Torre Guijarro] era de Vigilancia Aduanera. No es tonto, ¿eh?, es habilidoso, vende muy bien la burra, pero le rascas y no hay nada. Utiliza mucho internet. Te van a dar mil o dos mil euros por ponerme los cuernos.
Medina: Él [Juanito, de Intelligence Bureau] está con Isidro [Fainé] mandándole mensajes Lo tiene como la persona de su confianza
Villarejo: Por lo visto son vecinos o tienen algún pariente Medina: Él me lo presentó una vez en México, le sigue a Isidro por todos lados No han sabido estar a la altura, me han decepcionado mucho [en referencia al “Gordo” y Gabi Fuentes] Villarejo: Le he dicho [al “Gordo”] “dile a tu amigo que os arranco la cabeza a ti y a él, a los dos»Rápidamente le vi un día en una reunión y me dijo: «no, que yo no he dicho nada” Vi que no era tonto, pero blandito. Le dije: “por las buenas todo lo que quieras, por las malas tengo un peculiar sentido del humor”
Medina: No han sabido estar a la altura, me han decepcionado mucho [en referencia al “Gordo” y Gabi Fuentes]
M
Madrid, 11 de noviembre de 2022, hotel Castellana Intercontinental El tout Madrid se daba cita en un acto social.
Alberto Núñez Feijóo, amigo personal de Manuel Medina, enlace entre el abogado y Mariano Rajoy durante su etapa de gobierno, presentaba en Madrid el nuevo libro de Medina: Pasión por vivir.
La ministra de Defensa, Margarita Robles, autora del prólogo, acompañaba a Núñez Feijóo en la mesa.
Entre el público se encontraban Baltasar Garzón, amigo personal y paisano jiennense de Medina; su pareja, la exministra y exfiscal general del Estado, y ahora fiscal de sala del Tribunal Supremo, Dolores Delgado, y el juez de la Audiencia Nacional, Santiago Pedraz, entre muchos otros.
Los comensales Adrián de la Joya y el excomisario José Manuel Villarejo, los mismos que se partieron de risa con las aventuras de Medina en la comida de aquel lejano 5 de noviembre de 2014, grabada por Villarejo, no estaban entre el amplio público presente.
Tampoco el juez Andreu.
K
oldo García Izaguirre, exasesor del exministro de Transportes, José Luis Ábalos, supo bastante antes de que le imputaran que el juzgado central de instrucción número 5 de la Audiencia Nacional y que la Fiscalía Anticorrupción estaban sobre sus talones por el presunto cobro de comisiones ilegales en la compra de material sanitario durante la pandemia. En noviembre de 2024 contrató al bufete Medina Cuadros para su defensa. Allí llevo su defensa, y la de su exmujer, Patricia Úriz, el letrado Javier Pimentel.
Por tanto, Manuel Medina pudo conocer de primera mano la versión de Koldo sobre la trama que se investigaba en la Audiencia Nacional.
E
l lunes 11 de noviembre de 2024, Medina volvía a reunir a un amplio grupo de personalidades para presentar su nuevo libro como siempre en el hotel Intercontinental, en el Paseo de la Castellana, El enjambre, su decimoctava obra. Esta vez Feijóo no pudo ser el anfitrión. Le sustituyó el alcalde de la capital, autor del prólogo, José Luis Martínez Almeida.
El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz y el titular del juzgado de instrucción número 41 de Plaza Castilla, Juan Carlos Peinado, instructor del caso de Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno, el expresidente de BBVA, Francisco González, entre otros, y el cura de la boda del propio alcalde ocupaban las primeras filas.